martes, noviembre 21, 2006

Sadismo.


Nada mejor que una llamada de vendemotos para relajarte un día tenso.

Y el mío era muy tenso.

Suena el teléfono.

*RING*

- __________________, buenos días.
- Buenos días. Soy FulanitodeTal, de blabla.com
- Ajá
- ¿Podría hablar con el propietario de la empresa?
- ¿El propietario?
- Sí
- ¿Se refiere usted a propiedad intelectual, material, contractual o hipotética? ¿O es una metáfora?
- ¿Cómo?
- Veamos, es que esto se mantiene con las cuotas de los socios. Si quiere le paso una lista de socios y vamos eligiendo desde los que pagan las cuotas más altas. O, mejor, vamos a hacerlo más sencillo: voy a mirar la base de datos del Comité de Dirección. Tal vez sirva.
- Pero…
- A ver, el Secretario… lo que pasa es que está en Santander. En otra empresa. Pero por probar…
- Bueno, a ver, es que tal vez no me ha entendido.
- ¿El qué?
- El propietario de la empresa… bueno… podría ser… ¿el administrador?
- ¡Ah! ¡el administrador!
- Sí. Vamos, la persona que lleva las cuentas y que toma decisiones sobre los proveedores y los productos que ustedes utilicen ahí.
- Bueno, pero… todo eso es relativo, ¿no? Quiero decir, uno no puede tomar decisiones en un sentido estrictamente global. Siempre se depende un poco de alguien por encima. ¿Acaso usted ha decidido llamarnos de motu propio, sin que nadie se lo sugiera, o sin que figuremos en una lista?
- Pues…
- Y, luego, la persona que le haya pasado la lista de receptores de llamadas, seguro que dependía de algún tipo de gerencia.
- Supongo que sí…
- Por lo tanto, aquí nadie toma una decisión rotunda. Ni siquiera yo sé cuándo voy a colgar el teléfono. No me decido.
- Pero… a ver…
- “Las decisiones rápidas son decisiones inseguras”. Lo decía Sófocles. (nota: evidentemente, lo miré en Google mientras hablaba)
- Ya… pero… mire, vamos a ver, por favor páseme con el departamento de Administración.
- En realidad no es un departamento. Es un señor.
- ¿Un señor?
- Sí, un señor que administra.
- Pues páseme con ese señor.
- No está.
- Ajá, y bueno… veo que no me van a hacer mucho caso.
- Una putada esto del telemárketing, ¿eh? Pero seguro que encuentras mejor trabajo pronto.
- Qué graciosa.
- Venga, sigue, sigue, que igual me decido por algo.
- Pues… sinceramente… creo que mejor lo dejamos para otro día.
- ¿Cómo que no? ¿Dónde está tu ánimo de superación? ¿Te rindes así, cuando incluso el cliente te está pidiendo que sigas ofreciendo tu producto?
- Muy bien. Mira, con la tarifa ADSL más llamadas de blabla.com pagarás 24 euros…
- ¿Me lo dices a mí como potencial clienta?
- Sí..
- Es que yo ya tengo blabla.com
- Ah…
- Oye…
- ¿Sí?
- Que nada
- Pues… vale.
- Bueno, pues eso.
- Oye…
- Dime.
- Que te den, MAJA.

*CLICK*

Ahora me siento fatal.

-

13 comentarios:

Alicia Liddell dijo...

No, si ya ... Pero estoy por imprimirlo y ponerlo al lado del teléfono para la inevitable futura llamada de telemarketing que reciba.

No se a usted, pero a mí esas pobres criaturas me despiertan los instintos más primarios y bordes.

Y ya se sabe, más vale de pedir que de robar.

beren dijo...

Hace ya, me contrataron para teleoperador (oiga usted, como el que se prostituye, hay que ganarse la vida), pero lo llevé muy mal durante las dos horas que estuve colgado del teléfono, las que tardé en despedirme. Desde aquello, simplemente les cuelgo, a mi era lo que mejor me sentaba.

Miguel Sanfeliu dijo...

Pues yo no suelo tener paciencia para alargar tanto la cosa. Les digo desde el principio que va a ser que no y, cuando lo entienden, se despiden. Todo muy cordial. Aunque, después de leer el comentario de Beren, quizá debería colgar directamente.
En cualquier caso, un texto divertido. He recordado un relato de Ignacio Martínez de Pisón titulado "El filo de unos ojos". Se encuentra en el libro "Alguien te observa en secreto". Y te lo recomiendo.
Saludos.

Anónimo dijo...

No recomiendo colgar, a mi una vez una teleoperadora argentina me volvio a llamar solo para decirme que ya podia tener mejores maneras, que a fin de cuentas ella solo se estaba buscando la vida etc... y ahi si que me senti fatal. Los verdaderos sadicos son los empresarios que utilizan al proletariado como escudo humano. Pero si, no se puede evitar descargar la rabia contra ellos :(

Mariano Cruz dijo...

he visto un corto muy divertido sobre el tema, no recuerdo autor ni como se llama. Eres una crack narrando

Francisco Ortiz dijo...

Cómo envidio -sanamente - a los que ponéis este saludable humor en vuestros escritos.

anilibis dijo...

alicia:
La verdad es que yo ya tenía el guión preparado. Y pienso repetir, con leves cambios, cada vez que vuelvan a llamar. No veas cómo relaja.

beren:
oiga usted, yo también he hecho de tó en esta vida. Colgarles da penita, pero al menos les ahorras tiempo.

miguel:
Gracias por la recomendación. Me pongo a buscar... entre todos vosotros mi lista de "qué leer" ya es más larga que la muralla china. Hasta tengo libros en chino.

jota, camarada:
algún día recuperaremos la fuerza y montaremos otra revolución, dí que sí.

mariano:
gracias, resalao. A ver si te acuerdas, estaría bien mirarlo.

francisco:
yo sólo intentaba contar algo. Precisamente hoy lo hablaba con una amiga, esta misma noche... ¿qué es el humor? en cierto modo consiste en expresar muy seriamente una serie de conceptos que no tienen nada que ver con la realidad o los esquemas esperados.
O no. quién sabe. Un saludo...

Anónimo dijo...

Me encanta el demonio de Tasmania. Era uno de mis dibujos animados favoritos. Cuando mordia algo sonaba como una sierra electrica. Ahora te imagino a ti con esa boca abierta y esos dientes intentando devorar al telecomunicador estresado. Pobre muchacho. La proxima vez apiadate de su alma.

Camilo de Ory dijo...

¿Cómo quiere que los hombres se atrevan a llamarla si trata así a la gente por teléfono?

No puedo menos que solidarizarme con los vendedores telefónicos de motos y de burras: TODOS SOMOS VODAFONE.

Sonia Marcus Gaia dijo...

el rollo está en la técnica bipolar. y el problema se encorcha aún más cuando nos convertimos en el Otro. ¿y qué le vendemos? segurito que nuestras propias "sutilezas".

me he reido horrores. saludos.
sonia

anilibis dijo...

Don Camilo:
Yo sólo me pongo borde cuando me intentan vender algo. Cuando se trata de invitar, soy un chorro de miel.

Sonia:
Gracias. La locura nos invade.

Anónimo dijo...

jajajajajaj eso si

Anónimo dijo...

Después de leer esto, te amo