domingo, diciembre 05, 2010

No tengo perdón

Han pasado muchos meses desde la última entrada.

Tener un hijo es un motivo de mucho peso para dejar olvidado un blog, pero aún así me sabe mal haber marcado con mi ausencia esta pauta de silencio.

Sin embargo, es necesario realizar un cambio. Cuando algo empieza a caer por su propio peso y ya no se mueve con la misma fuerza que antes, es señal de que hay que pasar página. Por eso, he decidido que tanto este blog como el otro han llegado al final de sus días. Han sido algunos años con muchas intermitencias, y utilizaré todo este material de alguna forma en un futuro. Ahora llega el momento de reformar la casa y dar pie a otros proyectos.

Dejaré este blog, con esta entrada, un par de semanas más. Después, lo clausuraré. Pero habrá otro, sin lugar a dudas.

Si queda algún lector ahí fuera, muchas gracias por haber estado por aquí.

Besos.

Alicia.