martes, mayo 19, 2009

NoName, y seguimos contando...

Antes de nada, muchas gracias a todos los que trataron de aportar algo de inspiración a la Búsqueda de Nombre. Lo pongo así, con mayúsculas, porque es algo similar a la Búsqueda del Grial. Si Indiana Jones (el de antes, no el de la última película, tamaño bodrio) se hubiera lanzado también a la búsqueda dudo que lo hubiera encontrado aún tampoco.

Gracias también por los consejos. Es cierto que a un niño se le puede hacer fácilmente la pascua si le pones un nombre demasiado... especial. Pero también se crea personalidad, digo yo. Al final como podréis ver no han salido elegidas ninguna de vuestras sugerencias (lo de Vespasiano lo estuve pensando, pero ... sigo pensando). pero eso no quiere decir que no sigamos animados para al final nombrar al vástago dignamente. Será anunciado en cuanto se pueda.

Y bien, muchas mujeres comienzan un blog-embarazo cuando llegan a este estado, lleno de fotos del bombo creciente y de comentarios acerca de los últimos modelos de cunas y cambiadores. No voy a hacer eso, nononononono. Pero hay que tener en cuenta que ahora mismo "esto" es una de las cosas que más tiempo ocupa mi cabeza.

Hoy toca una lista de "algunas cosas extrañas que ocurren durante el embarazo", recopilada de mi experiencia personal. Claro que la experiencia de una no tiene por qué ser la de las demás. En realidad, nunca lo es.

- Las uñas crecen muuuucho más deprisa. Me remuerdo y recomo las uñas de los dedos como siempre, pero a la semana ya tengo una uña nuevecita que sobresale por encima de la yema dispuesta para ser devorada de nuevo. Soy como Lobezno. En cuanto a las de los pies, pronto necesitaré ayuda para cortármelas... si no quiero que se me claven los pies a los zapatos.

- Al haber entre un 40% y un 50% más de sangre en el cuerpo, se dan curiosos efectos:

- zumbido de oídos provocado por ocasional hipertensión
- puntualmente, leves taquicardias y visión entre borrosa e hiperenfocada, justo igual que después de consumir ciertas drogas recreativas.
- efecto Geyser en los análisis de sangre: la jeringa se llena en cuestión de segundos.

- Síndrome premenstrual de nueve meses de duración. En los últimos tiempos he llorado por los siguientes motivos:

- viendo vídeos de partos naturales, acuáticos, con/sin epidural, en casa, en el hospital...
- viendo vídeos de cesáreas, cuanto más gore y sangrientos mejor
- como frustración porque no se puede desayunar "sano" en casi ningún local de mi barrio
- al ver un perro atado a un árbol a la puerta de un local mientras sus dueños (sordomudos y ajenos a los ladridos del pobre animal) se toman una clara
- pensando en que mi gata morirá algún día
- intentando descifrar el significado simbólico del asesinato de Osiris por parte de Set
- imaginando posibles escenarios desastrosos del futuro de mi hijo; entre ellos, la posibilidad de que se haga del PP o hippie perroflauta

- Congestión nasal y graves dificultades para respirar por la nariz. Esto está clínicamente demostrado y se debe a que la mayor cantidad de estrógeno provoca una inflamación de las mucosas. En mi caso, unido a un poco de asma y varios cientos de alergias, resulta en una respiración espesa, sonora y acompasada a lo Darth Vader. Es especialmente acuciante cuando hablo por teléfono o voy al cine.



- Sueños nítidos, hiperrealistas o totalmente surrealistas. Sueños que se recuerdan durante días, pesadillas llenas de color y ruido (esas son las mejores), historias que se van repitiendo, sueños en serie, sueños de volar, de morir, de caer, de correr, de revelaciones apocalípticas... todas las noches.

- Sentimientos cambiantes respecto al contrario: oscilan entre "Oh-vas-a-ser-el-mejor-padre-del-mundo" a "Tú-me-has-hecho-esto-capullo". A la larga, gana siempre el primero, claro. Pero no sin algo de lucha.



Saludos, amigos.