El hinduísmo lo expuso: para trascender, hay que morir.
El cristianismo lo predijo: Dios morirá por todos nosotros.
El nihilismo lo sentenció: Dios ha muerto.
El islam lo confirmó: Sólo podía haber uno.
El hinduísmo lo expuso: para trascender, hay que morir.
El cristianismo lo predijo: Dios morirá por todos nosotros.
El nihilismo lo sentenció: Dios ha muerto.
El islam lo confirmó: Sólo podía haber uno.
Nada mejor que una llamada de vendemotos para relajarte un día tenso.
Y el mío era muy tenso.
Suena el teléfono.
*RING*
- __________________, buenos días.
- Buenos días. Soy FulanitodeTal, de blabla.com
- Ajá
- ¿Podría hablar con el propietario de la empresa?
- ¿El propietario?
- Sí
- ¿Se refiere usted a propiedad intelectual, material, contractual o hipotética? ¿O es una metáfora?
- ¿Cómo?
- Veamos, es que esto se mantiene con las cuotas de los socios. Si quiere le paso una lista de socios y vamos eligiendo desde los que pagan las cuotas más altas. O, mejor, vamos a hacerlo más sencillo: voy a mirar la base de datos del Comité de Dirección. Tal vez sirva.
- Pero…
- A ver, el Secretario… lo que pasa es que está en Santander. En otra empresa. Pero por probar…
- Bueno, a ver, es que tal vez no me ha entendido.
- ¿El qué?
- El propietario de la empresa… bueno… podría ser… ¿el administrador?
- ¡Ah! ¡el administrador!
- Sí. Vamos, la persona que lleva las cuentas y que toma decisiones sobre los proveedores y los productos que ustedes utilicen ahí.
- Bueno, pero… todo eso es relativo, ¿no? Quiero decir, uno no puede tomar decisiones en un sentido estrictamente global. Siempre se depende un poco de alguien por encima. ¿Acaso usted ha decidido llamarnos de motu propio, sin que nadie se lo sugiera, o sin que figuremos en una lista?
- Pues…
- Y, luego, la persona que le haya pasado la lista de receptores de llamadas, seguro que dependía de algún tipo de gerencia.
- Supongo que sí…
- Por lo tanto, aquí nadie toma una decisión rotunda. Ni siquiera yo sé cuándo voy a colgar el teléfono. No me decido.
- Pero… a ver…
- “Las decisiones rápidas son decisiones inseguras”. Lo decía Sófocles. (nota: evidentemente, lo miré en Google mientras hablaba)
- Ya… pero… mire, vamos a ver, por favor páseme con el departamento de Administración.
- En realidad no es un departamento. Es un señor.
- ¿Un señor?
- Sí, un señor que administra.
- Pues páseme con ese señor.
- No está.
- Ajá, y bueno… veo que no me van a hacer mucho caso.
- Una putada esto del telemárketing, ¿eh? Pero seguro que encuentras mejor trabajo pronto.
- Qué graciosa.
- Venga, sigue, sigue, que igual me decido por algo.
- Pues… sinceramente… creo que mejor lo dejamos para otro día.
- ¿Cómo que no? ¿Dónde está tu ánimo de superación? ¿Te rindes así, cuando incluso el cliente te está pidiendo que sigas ofreciendo tu producto?
- Muy bien. Mira, con la tarifa ADSL más llamadas de blabla.com pagarás 24 euros…
- ¿Me lo dices a mí como potencial clienta?
- Sí..
- Es que yo ya tengo blabla.com
- Ah…
- Oye…
- ¿Sí?
- Que nada
- Pues… vale.
- Bueno, pues eso.
- Oye…
- Dime.
- Que te den, MAJA.
*CLICK*
Ahora me siento fatal.
-